Cómo desarrollar habilidades para generar pensamiento positivo durante el proceso de la enfermedad

Se ha demostrado la relación indirecta entre el poder del pensamiento positivo y la curación, al tener una relación directa con la adherencia terapéutica.

El pensamiento positivo es algo no es algo que todas las personas tengan de forma natural, a algunas se les hace un mundo ser positivo en su día a día y otras lo tienen de manera intrínseca.

Es por este motivo que las habilidades que me gustaría que pudieras conseguir a través de mis servicios no estén directamente asociados con el pensamiento positivo, si no que sea una consecuencia de ello, si te sientes identificado.

La base estaría en que puedas sentir paz durante todo el proceso.

El poder emocional de la paz tiene una relación directa con el amor, la serenidad y la comprensión. Poder vivir un proceso de enfermedad acompañado de paz interior tiene un gran valor vital. Con ello, la positividad y el optimismo, pueden ser una consecuencia indirecta, pero serán actitudes que tu podrás escoger tener en ciertos momentos o durante todo el proceso, pero con libertad, sin estar en sí obligados. De esta forma se podrá dar espacio sin miedos ni juicios a todas las emociones, tanto positivas como negativas, pero en este caso desde la serenidad y la paz.

 ¿Y qué habilidades están asociadas a la paz? Adquirir las herramientas adecuadas para saber…

  • Comunicarte con tu entorno durante todo el proceso
  • Poder vivir el presente de forma serena y centrándose en uno mismo
  • Saber en todo momento qué necesitas de ti misma y de tu entorno
  • Identificar qué valores te han acompañado hasta ahora y que puedan ser un valor añadido para afrontar tu proceso
  • Qué vivencia de superación personal has podido vivir y que te pueda servir en el presente
  • Transformar los miedos y creencias en motivos poderosos que te ayuden a afrontar la situación
  • Y tal vez puedas preguntarte ¿para qué crees que esta situación ha aparecido en tu vida ahora? 
  • ¿Cómo lo quieres vivir?

Todo esto conlleva a una mayor sensación de control de uno mismo, con un foco claro en la propia persona (saber cómo lo quieres vivir, qué quieres comunicar a tu entorno, qué te quieres decir a ti mismo, con qué te identificas de lo vivido hasta ahora que te pueda servir en este proceso…) y, por lo tanto, podrá facilitar el ser positivo o por lo menos, vivirlo de una forma más serena.

En definitiva, tener herramientas para reconocerte y reidentificarte durante todo el proceso y poder saber qué necesitas a cada momento poniendo el foco en ti.

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