Nos enseñamos a pensar

Nos enseñamos a pensar y a creer que somos de una manera para sentirnos aceptados y valorados en sociedad.

Desde pequeños activamos de forma inconsciente un mecanismo de defensa, para sentirnos queridos.

Nos enseñamos a pensar para poder vivir sintiéndonos seguros y protegidos.

Actuamos, pensamos y nos creemos ser una persona que hemos diseñado de forma inconsciente.

Nuestra mirada está siempre hacia afuera, observando cómo la gente nos mira, lo que nos dicen, cómo reaccionan ante nuestras decisiones…

Y eso nos acaba condicionando porque limita nuestra libertad de expresión, capacidad de decisión y de deseo.

“Si soy así la gente me quiere y me valora”

Pero realmente, ¿quién soy?

Ante una situación de cambio o de quiebre en nuestra vida, de repente nos empezamos a hacer preguntas:

  • ¿Qué quiero?
  • ¿Qué necesito?
  • ¿Cómo me estoy sintiendo?
  • ¿Quién soy?

Hay determinados momentos en nuestra vida que nos damos cuenta que tenemos más preguntas que respuestas.

Que nos hacen replantear muchas más cosas de las que somos capaces de entender en un primer momento.

Pero necesitamos tiempo para escucharnos de verdad, descubrirnos y conocernos.

Para conectar con nuestro propósito de vida, con nuestra forma de verdad de ser y empezar a accionar el botón de vivir siendo como somos.

Identificando los miedos de los que nos hemos protegido hasta ahora.

Lo que nos permite transformar y liberar aquella carga que sin ser conscientes hasta ahora, nos ha acompañado a lo largo de mucho tiempo.

Y es justo ahí, cuando tomamos consciencia de todo, que nos hace empoderarnos.

Porque nos sentimos más libres para decidir y para poder vivir nuestra vida.

Ser para vivir

AVISO SOBRE PRIVACIDAD

Utilizamos cookies para darte la mejor experiencia en nuestra web.
Para más información, consulta Política de Privacidad.